sábado, 2 de marzo de 2013

RENACER

La noche era oscura, todo estaba en silencio, la luz tenue de una vieja lamparita de mesilla iluminaba toda la havitación, los dias pasaban entre lluvia y granizo, parecia el invierno mas frio de los ultimos años, pero hoy, por fin hoy, el tiempo se havia calmado y un rayo de sol se havia escurrido entre las nuves para llenar de energia el lugar, y ahora entre la calmada y oscura noche parecia posible volver a retomar las riendas de su vida. parecia haverse encontrado de nuevo. solo quedaban unas cuantas horas para disfrutar de la paz, para andar el camino ya casi olvidado, por la mañana la casa cobraria vida de nuevo, saltos, carreras, enfados, comidas, meriendas, baños, recoger, limpiar, pasear, jugar, cantar, reir, hablar, todo un ritmo frenetico y por fin al anochecer en un rinconcito de la havitacion, soñar.

Pero hoy por fin recuperado ese espacio, ordenadas las ideas volvio a sentirse libre orgullosa de todo lo logrado, de su vida y de recuperar aquella ilusion que por un momento havia dejado guardada en un hueco del corazon esperando algun dia poderla decir de nuevo hola.

Y alli estaba ella, viendo pasar las horas, con un ojo abierto y otro a mediocerrar, como la niña que no haguanta el peso de su propio cuerpo por el cansancio pero no quiere ir a dormir. disfrutando del momento, sintiendo el momento, describiendo el momento en que comenzo una nueva vida en su propia vida.


Como un pajaro volando alto
siento el viento en mis plumas
el aire entra en mis pulmones
por fin puedo respirar.

veo con claridad el bello paisage
y me enorgullezco de este lugar,
ya sea en el cielo
o con los pies sobre la humeda tierra,
me siento en paz.

sábado, 23 de febrero de 2013

 

Dos Halcones

Un rey recibió como obsequio dos pequeños halcones y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.
Al cabo de unos meses el maestro le informó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente, pero que el otro se comportaba de forma muy extraña. No se había movido de la rama donde lo dejó, desde el día en que llegó.
Al día siguiente, desde su ventana, el monarca pudo observar que el ave aún continuaba inmóvil. Como nadie sabía decirle lo que le ocurría al halcón, el rey decidió anunciar a todo el pueblo que ofrecería una recompensa, a la persona que hiciera volar al halcón.
Al día siguiente el rey se asomó de nuevo a su ventana y vio con asombro que el halcón estaba volando. ¿Quién ha hecho este milagro? Preguntó el rey, -traedlo inmediatamente a mi presencia.
Al cabo de unos minutos le presentaron a un campesino. El rey le preguntó: ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago? El campesino un poco atemorizado por la situación, respondió tímidamente.
-Fue fácil mi rey, solo corte la rama y el halcón voló. Parece como si de pronto se diera cuenta de que tenía alas y empezó a volar.



A veces tampoco nos damos cuenta de las cosas que nos impiden volar, vivimos agarrandonos fuertemente a aquello que conocemos y tememos los cambios. y cuando nos quitan aquello a lo que nos aferramos por fin volamos libremente y comenzamos a darnos cuenta de lo que nos estabamos perdiendo. no es bueno aferrarse a algo por miedo, el miedo impide andar, hay que adentrarse en caminos diferentes, hay que alzar el vuelo porque nosotros tambien tenemos alas.